LA ROSA IMAGINARIA
Amotinado junio será de nadie el sol
por una sola rosa
I
Salir hasta el jardín
(es junio y ya no llueve)
y mirar esa flor
su transcurrir cortísimo,
la encendida belleza
que enmudece el crepúsculo,
y no rozar su sus pétalos
-no tocarla-
pues que su nombre
hace nido en la memoria.
II
Alfabeto del agua
que fecunda las manos
de sonoros registros.
de sonoros registros.
Levedad de su nombre
sobre un lienzo enmudecidos
de palabras.
de palabras.
Nadie sabe a quien nombro
cuando salgo a encontrarla
ni a qué preñez del aire
arrojaron
-a merced del olvido-
las cenizas.
-a merced del olvido-
las cenizas.
Nadie sabe.
III
Por qué folia encendida,
-desde el pozo callado de mi voz-
he de verme esta noche escribiendo
tu nombre:
eufonía doliente
para un réquiem sinfónico
de Brahms
(meditación soberbia de la muerte)
imposible
Georgina.
tu nombre:
eufonía doliente
para un réquiem sinfónico
de Brahms
(meditación soberbia de la muerte)
imposible
Georgina.
IV
Entraré en mi dolor
como si fuera un libro,
lo leeré sin nadie,
y entre mis manos solas
la tristeza es un lirio
de tu reciente fosa.
V
Allá donde tú estés
ya sabrás que,
negado el amor,
lo demás son palabras.
VI
Verbo de soledad
es mi jardín.
Cerrados
los postigos,
y echados los candados
de la casa
sabrán que ya no vivo en mí,
que acato la derrota
de un condenado más
en estas cárceles.
VII
Quise entrar en tu vida y ofrecerte mi mano
para decirte exactamente
qué buscaba:
mi espejismo cual fue.qué buscaba:
No estoy seguro de casi nada ahora,
quizá, después de haberte traído
hasta el poema,
pueda posar en él todo el vacío
sonoro de mis labios.
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ANOTACIÓN EPILOGAR
Decíamos en el anterior artículo del Blog, ART POÉTICA que, al hilo de conocer el dramático episodio vivido por Juan Ramón Jiménez y su amada imaginaria Georgina Hübner, escribimos un conjunto de poemas que nunca vieron la luz. Si mal no recordamos fueron escritos en los primeros 80, permaneciendo desde entonces en el olvido. Hace unos meses, ordenando papeles, aparecieron en un viejo archivo aparcado en el cuarto trastero de la casa. Resultó un hallazgo imprevisible. Los textos originarios se componían de una docena de poemas que, una vez revisados y depurados, quedaron en siete. Recuperados de su escondrijo, aquí aparecen por vez primera; inéditos desde hace más de 30 años. Que ustedes los lean.
Marian Suárez
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